ALMAS DIABÓLICAS

He leido en alguna parte, que últimamente se ha abierto una brecha en el mundo terrenal por donde se estan colando una infinidad de demonios. Dicen que éstos, como no tienen un continente material donde habitar, lo hacen en las almas de los seres vivos. Una especie de oscuro jinete que cabalga en nuestro interior devorando lentamente nuestra psique, apoderándose de su voluntad. No sé si es cierto, ni tan siquiera se si tenemos alma; lo que si puedo constatar es el extraño comportamiento de algunos seres que de manera insólita se han cruzado en mi camino. Boby es un hermoso perro labrador que ha tenido que ser sacrificado, ya que su aparente aspecto docil y cariñoso (son estos que por afables hacen de lazarillos), se veía alterado de buenas a primeras reaccionando como una indómita fiera salvaje, apunto de arrancarle un brazo a su dueña. O el caso de la vecina del quinto, que sumergió a sus dos pequeños en la bañera. Así mismo, se comenta que hay personas que tienen la capacidad divina (por llamarlo de alguna manera)de ver fisicamente el alma como una luz interior, una especie de fluido luminiscente, de nube concentrada de vaho; de las que se apoderan estas diabólicas alimañas, retorciéndolas y a las que van consumiendo , y que sólo abandonan el cuerpo que invaden, segundos antes de su muerte, asaltando el cuerpo de la persona que se encuentre en aquellos momentos junto al cadaver. El otro día, por motivos de mi trabajo, presencie los últimos segundos de vida de un indigente que dormía en la calle y que fallece de frío, un viejo chiflado cascarrabias e insolente que huye de los albergues y de la ayuda que dispensan los servicios sociales. El alma poseida del sintecho se debatió durante un par de segundos en pos de cabalgar mi alma, o la de la rubia de la ambulancia. Finalmente se decidió por la sanitaria; yo también lo habría hecho en vista del espectacular cuerpo del que dispone la ambulanciera. Y lo sé, porque éste es el cuarto herido que se traslada al hospital en estado leve esta semana, y llega frito.