Ardiente de amor y jubiloso
viene a ti el cuerpo constelado
de tu hermana Isis.
Se ha colocado sobre tu falo
para que tu simiente,
fructífera como el limo del Nilo,
irrigue su delta festoneado de papiros.
A cada chorro de tus entrañas,
¡oh, Horus!, brota una estrella en el firmamento.
Cada vez que te corres,
el río se desborda e inunda los campos.
También yo tengo una hermana, y un falo,
pero sólo soy un pobre campesino.
Por eso mis eyaculaciones son más modestas.
No comments:
Post a Comment