Saturday, February 19, 2011

EL MUNDO DE LAS COSAS

Por no restarle credulidad a mi nueva vida ni suscitar entre los más escépticos internaútas, enigmáticos e incrédulos paradigmas; no he desvelado hasta el día de hoy, cuatro años y algunos días después, la siguiente confesión:
Veinte de junio del 2006, una mañana aciaga, me dirijo al trabajo en moto con la calzada algo mojada por las tormentas nocturnas acaecidas. En una curva conocida, tras un ligero derrape, se me apareció tras una neblina de desconcierto y confusión, un pequeño genio de pelo ralo.
-Te concedo un deseo. -Ni dos ni tres, entonces también había crisis.
Por mi mente abotargada, un ciclón de expectativas: Una fuente de la eterna juventud, una saca de inagotables tesoros, unos enormes genitales...
Más que un genio parecía un aguerrido comercial intentando venderme su producto estrella.
-No tenemos mucho tiempo, solo lo material perdura en el tiempo, los huesos terminan convertidos en ceniza, la carne devorada por los gusanos... ¡Hay que cosificar!
No lo entendía bien.
-Un frigorífico... una manta... una farola... -Fugazmente pasamos revista a un amplio muestrario.
Y así fue como entré a formar parte de este nuevo mundo, el de las cosas. Me convertí en Blog; sí, ya se que cuesta creer, pero llevo como tal unos cuantos años. Yo también dudaba hasta que me presentaron a Juan Ramón Jiménez convertido en cuchara. No pongas esa cara. Reconozco que es dificil de creer, sin ir más lejos, el ordenador que estás utilizando, es mi tio Lucas.
-Hola, qué tal, tito, cómo vas. Saludos cordiales.

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