Friday, September 12, 2008

El leproso



En las antiguas civilizaciones apartado de la grandes urbes, siempre hubo un lugar conocido como "La Ciudad Maldita": Un rincón desolado y dejado de la mano de dios, putrefacto y cautivo, donde han ido a parar aquellas almas infectadas y errabundas, aquellos personajes tumefactos; forajidos que solo el consuelo de la soledad acompaña. Toda una suerte de leprosos, perseguidos por la justicia, herejes y seres de otras calañas. Yo parezco abocado a un lugar similar en este espacio internautico, nadie hace comentarios, nadie parece entrar en mi blog. Bueno, peor para ellos, me consolaré con el dulce sabor de mis sebáceas pústulas literarias.

2 comments:

Sonia Betancort said...

Todo poeta, como tú, requiere de un afuera de su propia cordura, y de un espacio de espejo en los otros, los que leen. Te dejo un abrazo grande, te seguiré leyendo.

Fernando García-Lima said...

Pues a mí es imposible que un leproso no me recuerde a La vida de Bryan. Soy un pedazo de frívolo, lo sé. "Una limosna para un ex-leproso" (genial)