PROTESTA

     Algunos ya estamos hartos de que en el mundo de la música, y más concretamente en el de la canción, halla tanta gente con alardes de buena voz. Nuestros oídos no soportan ni un minuto más, esas voces angelicales que bordan la armonía, que clavan la altura de los tonos a la perfección. Repudiamos esas texturas, casi todas similares e impecables, esas cuerdas vocales inextingibles, esos pulmones, inagotables fuelles que jamás se rinden. Queremos escuchar musicos como The Juglar destrozando la armonía, los sonidos asonantes, emitiendo algun que otro gallo, melodías desgañitadas... Esa textura de voz socarrona y cruda como la vida mísma. Con sentimiento, con maestría, resurgiendo de las limpidas aguas para revolcarse en las charcas rodeado de versos de grandes poetas y músicas esenciales para nuestras orejas, cansadas del tedioso run-run de los buenos cantaores.