En su rostro se escrutaba un nuevo ser. Volvía del banco, como siempre a primeros de mes, pero era un hombre distinto, su semblante cargado de jovialidad y aplomo inundaba de satisfacción a su paso las aceras de la ciudad. Desde que cerró la empresa no había vuelto a sonreír, después vino la separación de su mujer, la hipoteca... Las cosas estaban cambiando. Su regreso del banco siempre era un calvario de agonía y pena. Hoy ha sido obsequiado por el nuevo director de la entidad (el señor de boina y bombilla), con lo que han denominado: El nuevo Pack Anticrisis.
Lo lleva debajo el brazo, una guía paso a paso de como convertirse en un ser extraordinario, práctico. Un manual donde el usuario podrá gozar de forma incondicional de largos paseos bajo el sol, disfrutar de las innumerables fragancias que desprenden los árboles y las plantas, tendrá derecho en todo momento a descansar en algún banco junto al parque, echar una cabezadita, maravillarse con la sonrisa de algún niño que pasea con el carrito tirado por su madre, y de un largo etcétera de sensaciones y posibilidades, todas a su alcance con el nuevo Pack Anticrisis.
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